África.





Oasis de Buyá


Viajé por África buscando 
las misteriosas fuerzas 
que impulsan la existencia,
la materia de que soy hecho,
las raíces de mis sentimientos.
Y África contestó: !Ay¡ 

Transitó su humanidad
por los confines del planeta
forjando lo negro, lo amarillo,
lo cobre y lo blanco;
¡lo humano¡

Tiempo después, a jirones,
la fueron despojando:
ayer de la tierra,
hoy de sus genes mansos,
mañana de su futuro bravo.
Y ella como buena madre
sigue dando:
ayer el cobijo al blanco,
hoy la plusvalía del trabajo,
¿y mañana?
Los funestos depredadores
la seguirán hollando.

Está esquilmada y abandonada,
es más, amedrentada por el blanco.
Y yo regresé anonadado
al comprender su llanto.

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