Sexo envuelto en negra esclavitud impuesta,
romántico sentimiento de temprana herencia
que perdido en el tiempo no da respuesta.
Centro de la existencia confusa y extraña,
balsa para la agreste e inevitable travesía,
que siempre está al final de la esperanza.
Cuando se da, pronto en el anhelo se esfuma
y la dulce felicidad, trotando, escapa.
En la rueda de la vida da rápidas vueltas
esperando la fuerza centrípeta y misteriosa
que en tierra fértil lo deposite.
Sólo el sol radiante y la humedad necesita
para germinar con ímpetu y tierna tesura.
¡Amor, amor¡
Meconio de vasto efecto, que transportas
a la relajada placidez, sin saber por qué.
Y cuando consumes el fruto maduro de su flor
disipa la pétrea realidad y en la balsa
te arrulla para poder flotar y navegar.
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